lunes, 26 de noviembre de 2012

La autopublicación y sus demonios.




Normalmente no suelo preocuparme de estos temas y prefiero que nuestros actos hablen más que nuestras palabras, en este caso, nuestro trabajo.

Sin embargo este lunes ando reflexivo. Llevamos más de un año de andadura en Amazon y estamos a las puertas de publicar nuestro relato ilustrado apostando al 100% por autopublicación digital y asociación de creadores y profesionales para ofertar productos directamente al consumidor a precios bajos.  En este momento, no puedo evitar pensar en la cantidad de tonterías que he llegado a oír o leer sobre la autopublicación, sobre todo a raíz de la apertura de Amazon España.  Principalmente han sido dos los argumentos globales que han llegado a mis oídos:

El primer argumento esgrimido que empezamos a oír fue que los autopublicados eran resentidos, algo así como los despojos que las editoriales se negaban a publicar. Esta presunción supone además que una editorial sólo publica calidad, cosa que cualquiera que lea un poco sabe que no es estrictamente cierto, muchos best sellers son denostados por la crítica aunque el mercado, como sabemos más de lo que nos gustaría, manda. Si hablamos de mercado hay cada vez más indies vendiendo cientos de miles de ejemplares, escritores que encuentran su público sin necesidad de un intermediario. ¿Quién se cree en derecho para negar a un lector que pueda acceder a la obra de un autor que le gusta? ¿Quién tiene la exclusiva de la calidad, el editor o los lectores? Para mayor INRI de este argumento a los pocos meses de que abra Amazon España la cuarta editorial del país empieza a fichar a todos los indies (autores independientes) de los primeros puestos de Amazon. A nosotros nos ofrecen publicar el Enviado y decidimos rechazar la propuesta para no perder nuestra independencia y continuar con nuestra apuesta creativa. 

El segundo argumento es el último que he escuchado, coloca los valores accesorios del libro como requisito estricto para autopublicar. Para desmontar este argumento basta llevarlo al extremo y veréis lo que sucede: que el Quijote (imaginemos que es desconocido) salga a la venta por su autor sin maquetar, corregir y vestir de una portada es un absoluto error y una vergüenza para la sociedad. En cambio si un libro extremadamente malo se encuaderna en oro, se imprime con troquelados, se corrige y maqueta escrupulosamente… y se promociona como si fuera oro puro en prosa, ese libro es perfecto para el consumo. ¿Quiero decir con esto que se publiquen manuscritos en bruto? Ni si, ni no, quiero decir que LO QUE IMPORTA ES LA OBRA. Cualquier autor tiene un cariño y respeto por SU creación más allá del que pueda tener cualquier editor y estoy seguro de que intentará cuidarla en todos sus aspectos al nivel al que pueda llegar. Yo he ilustrado para otros autores independientes en varias ocasiones y os aseguro que han sido de mis trabajos más gratificantes y que el autor quiere lo mejor para su trabajo haciendo uso de profesionales siempre que sea posible económicamente. Sólo añadir que aquí tampoco la editorial es la panacea, hay libros de editorial mal corregidos, mal maquetados, con portadas dudosas… 

Entonces, ¿de qué estamos hablando en realidad? Pues hablamos de intereses. De gente que quiere que su criterio predomine, de miedo a que “publique cualquiera”, de miedo a los precios bajos, de miedo a la competencia  y de un orgullo que dicta lo que debería ser publicado y lo que no, como si el público fuera un atajo de borregos que necesita que alguien le diga lo que puede comprar. ¿Suena a control verdad? Es exactamente lo que es.

Lo más triste es que a esto se sumen autores, los mismos que llevan años siendo expoliados ahora rechazan que otros puedan sacar a la luz sin pasar los mismos filtros y penurias que ellos. O aún peor, los que ni siquiera han publicado pero aman desde fuera un sistema que en realidad desconocen, deciden aceptar las mentiras lanzadas para desprestigiar y hacerlas suyas.



Sólo añadir, para los que no conozcan el mundillo de cerca, que publicar tiene un coste: pierdes los derechos de tu obra durante años, percibes un porcentaje de ventas normalmente inferior al 10% y estás sujeto a los datos de ventas, promoción y servicios que te da la editorial, sean los que sean. Eso NO quiere decir que la editorial sea el mal, simplemente que así es como funciona. Y por supuesto no hablemos de precio a consumidor. Tampoco quiero decir que Amazon o los demás grandes portales sean la respuesta absoluta, tienen sus ventajas pero también sus condiciones propias y es cada vez un mar más grande donde destacar es realmente complicado para un autor independiente. Pero sí ofrece un trato más justo para autor y consumidor que es un verdadero avance, pese a quien pese.

Sencillamente hemos decidido hacer las cosas de otra forma, al igual que muchos otros autores que también trabajan en la misma línea y sólo por eso nos han caído palos hasta en el carnet de identidad. Por desgracia, la dignidad es un valor que muchos confunden con la soberbia, e intentan que su opinión impere sobre lo que deben o no hacer los demás.

Sin embargo, nosotros seguimos en nuestra máxima de que SEA NUESTRO TRABAJO EL QUE HABLE, en realidad al final es lo único importante aunque alguna vez nos dé por hacer divagaciones como esta.

Así que tratamos de hacerlo cada vez mejor y trabajamos en ello cada día. Nos hemos rodeado de un equipo cada vez más completo, cuidando todos los detalles hasta donde ha sido posible y estamos realmente satisfechos con el trabajo en un producto distinto a cualquiera del mercado. Creemos en un camino en el que lectores y autores sean las piezas fundamentales y por él navegamos.

Hasta muy pronto ;)

PDT: Si tenéis cualquier comentario o me he dejado alguna de las “críticas populares”, estaré encantado de comentarlas con vosotros :)

9 comentarios:

Abel Murillo dijo...

Hermético con vosotros, chicos. Creo que la autopubliciación es una opción que abre puertas y ofrece la posibilidad de demostrar lo que valemos. Unas obras llegarán a más gente, otras llegarán a menos. Pero lo realmente importante es que sea el lector el que decida si tu trabajo es válido, no unos supuestos profesionales del gremio, fósiles de un sistema que se viene abajo y que aún intentan engañarnos con los argumentos que mencionáis.

Anónimo dijo...

Hola, me he comprado en Amazon los dos primeros libros y, sin entrar a valorar los pros y los contras de la autopublicación (hay un artículo de Gomez-Jurado muy bueno sobre eso) sólo destacar que para el consumidor la gran ventaja es el precio. Vuestros libros no me ha dolido nada comprarlos cuando otras novedades salen a precios extremadamente altos (no entro si ajustados o no, digo sólamente altos para la capacidad económica de muchos, por no hablar por ejemplo del último de Juego de tronos a más de 20 euros en formato digital ¿Estamos locos?

Bueno, a lo que ibamos, seguramente el gran problema sea para el autor que pierde todo un rodillo publicitario que tiene que ganar de otra manera. En todo caso a vosotros llegué a través de los comentarios positivos de Amazon así que seguir así.

Muchas gracias por la diversión que me habéis hecho pasar con los libros.

Óscar Sejas dijo...

Yo creo que es el público el que debe decidir si una obra vale o no vale. En mi caso particular, yo recuerdo lo que leo no el soporte en el que vino. Ya me pueden encuadernar en oro una obra aburrida que me seguirá pareciendo eso.

Las editoriales no dejan de ser un negocio, no les importa que disfrutes o no con un libro, les importa que lo compres.

Para mi alguien que se autopublica no es un autor frustrado o sin calidad, normalmente suelo leer su obra con muchísimas más ganas porque sé que eso que está en mis manos es lo que el autor ha creado, sin filtros previos, sin mercados que lo hayan manipulado. Puede gustarme más o gustarme menos como todo, pero eso no quitará que deje de respetarlo.

En cuanto a los que hablan: hagas lo que hagas siempre habrá gente que criticará, si te autopublicas mal, si vas con una editorial mal. A mi quién me importa es quién te lee y quién critica muchas veces ni te ha leído ni tiene intención de hacerlo.

Me gustó tu artículo.

Saludos.

Unknown dijo...

Hola, gracias por los comentarios. Me ha hecho gracia lo del ebook de juego de tronos a 20 euros xDDD. Sobre la publicidad, en realidad los autores que no son conocidos a cierto nivel apenas son promocionados y la mayor parte de la promo la tienen que hacer ellos, bien sea dedicando fines de semana a presentaciones donde pueda colocarse, o por otros medios. Pero creo que la mayor promoción que ofrecen es tener el libro en tienda, aunque eso depende también del nivel de distribución que tenga la editorial y está vinculado al mercado del papel...

Totalmente de acuerdo con vosotros, me quedo con algunas cosas que comentais como que el público sea el que elija y que es una opción totalmente respetable.
La verdad es que no solemos hacer mucho caso de este tipo de comentarios ni de las críticas destructivas porque se sabe enseguida cuando alguien habla con sinceridad (sea bien o mal) y cuando hay algún interés más detrás. Sin embargo hoy me apetecía desahogarme un poco ;)

un saludo y muchas gracias por acercaros

Libros y lobos dijo...

Lo cierto es que el mundo editorial ha cambiado ya. No son meros vientos de cambio que anuncian cosas. Ya está aquí, la autoedición digital ya tiene soportes válidos que la hacen posible. Ya no es lo mismo que antes, que para autoeditarte un libro, como tenía que ser en formato físico, tenías que poner mucho dinero y encargarte además de su distribución, etc, con lo que salvo alguna excepción que yo no conozco, el texto estaría condenado al anonimato por más brillante que fuera.

Ahora se cuelga en internet con un maquetado que puede ser tan elaborado o desastrado como uno quiera, pero que puede suponer que tengas una obra a disposición del público sin haber gastado un duro y, en el caso de amazon, además, con un % de beneficios mucho mayor que mediante una editorial convencional.

Estas mismas editoriales, si quieren sobrevivir, van a tener que prestar atención a estos cambios y van a tener que adaptarse a ellos, aunque sea poco.

La cuestión es saber ahora si la presión sobre las grandes empresas de edición puede hacer de ellas lugares más amables, si estarán más dispuestas a aceptar licencias como las creative commons o a bajar precios para ajustarlos a la demanda del mercado. En fin, habrá que ver si un dinosaurio de 20 metros de longitud y 15 toneladas todavía es capaz de evolucionar.

Unknown dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Mauro. Es una realidad. Una realidad evidente y amenazante para el sector instalado en un monopolio castrante para el autor; por eso tanto ruido y tanto lanzamiento de mierda

Unknown dijo...

A poco que sondeas, las voces aullantes en contra suelen venir de personas muy cercanas al elemento Editorial tradicional, ligadas por vínculos o intereses inmediatos a este sector o sus aledaños.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con lo que escribís tú y Jesús en esta interesante reflexión sobre autopublicados y autores independientes, en y fuera de Amazon, y cómo nos ven algunos.
Writers to the power!

knnb1 dijo...

Totalmente de acuerdo con lo expuesto.

Seguir asi!!